Alfred Krupp fue un excelente ingeniero y hombre de negocios que supo sacar partido a la industrialización y la guerra europea. Nació en Essen en el seno de una familia de metalúrgicos y comenzó a trabajar en la fragua de hierro familiar cuando su padre cayó enfermo.
Junto con su madre, que se hizo cargo del negocio cuando su marido murió en 1826, Alfred empezó a aprovechar las posibilidades que ofrecía el acero. La empresa fue clave para la construcción de las líneas de ferrocarril y manufacturó, entre otros componentes, la rueda sin costura. Alfred se inclinaba cada vez más por la fabricación de armas y en 1847 produjo su primera pistola de acero.
En 1848 pasó a dirigir laempresa y comenzó a adquirir minas y puertos con el fin de garantizar las provisiones de las materias primas necesarias.
Cuando falleció, Alfred tenía 20.200 trabajadores a su cargo y había establecido que la empresa debía tener un único heredero.
Tiempo después, la empresaKrupps fabricaría la artillería que se usó contra París en la Primera Guerra Mundial («la Gran Berta»).
El miembro de la familia Krupp que, por colaborar con Hitler, llevó a la ruptura del imperio fue Gustav von Bohlen und Halbach, que se cambió de apellido al casarse con Bertha, nieta de Alfred.